martes, 18 de agosto de 2009

Fragmentos para pensar la Teatralidad y la Performance

Por Lic. Valeria Cotaimich.

El presente artículo está dirigido a quienes se encuentran interesados en pensar en torno a la teatralidad y la performance y en los modos en que ambas están imbricadas en la vida cotidiana. Si bien tiene un perfil teórico, considero que los autores que se retoman a continuación proponen categorías que pueden ser llevadas al mundo de las prácticas sociales, no sólo artísticas sino también cotidianas, es decir al modo en que los sujetos (se) configuran (en) los vínculos que mantienen con le mundo de los objetos y de los otros. El artículo está organizado en dos partes, la primera constituye una aproximación al modo en que se han desarrollado los estudios de la teatralidad y la performance y la segunda se remite al concepto de performance según la propuesta de Richard Schechner. Acerca de los Estudios de la Performance Antonio Prieto plantea que, los estudios del performance, tal como la teatrología, constituyen dos herramientas teórico-metodológicas que se desarrollan en las últimas décadas del siglo XX y que permiten un tránsito entre los ámbitos de la producción teatral y el resto de los ámbitos sociales. La teatralogía emerge en Francia e Italia a partir de los años ´60, y procura, en principio, extender los análisis semiótico-literarios a todos los elementos de una puesta en escena. Antonio Prieto, siguiendo a Patrice Pavis , señala que la teatrología se traslada hacia áreas consideradas de competencia exclusiva de la antropología y la sociología, extendiendo su marco de análisis al contexto de la sociedad dentro de la cual se efectúa un montaje escénico, cuestión que nos lleva a pensar al hecho teatral, en relación a su contexto [Prieto 2002]. Desde esta perspectiva, el estudio de la teatralidad va más allá de lo que sucede en un teatro, abarcando toda una diversidad de acciones culturales. Es así que, para Prieto, tanto la teatrología, como los estudios de la performance se han convertido en nuevos modelos analíticos. Estos modelos, ubicarían tanto la performance como la teatralidad en un lugar central en lo que respecta al análisis del acontecer social, político y cultural. Los performance studies, por su parte, abordarían, tanto el estudio de las artes escénicas como de fenómenos extra-teatrales que involucran la acción social, cultural y política de los sujetos en su faceta individual o colectiva. Sus orígenes están en los estudios teatrales, así como en las reflexiones antropológicas, sociológicas y lingüísticas. Los estudios de la performance, indagan una diversidad de actividades humanas, entre las que se cuentan los ritos, los juegos, ciertas prácticas deportivas, los espectáculos populares, las artes escénicas, y toda una serie de actuaciones de la vida cotidiana que también abarcarían a eventos o acontecimientos sociales donde se pone en juego la actuación de roles de clase o de género por ejemplo, así como algunas producciones de los medios masivos de comunicación y del ámbito de la comunicación virtual. A estos hechos se suman incluso el estudio de objetos en su aspecto preformativo, tales como juguetes, maniquíes de aparador, instrumentos de tortura, armas de guerra, alimentos, etc. Prieto plantea que, si bien no todo lo que nos rodea es performance (o teatro), un fenómeno cualquiera puede ser estudiado como performance, o en los aspectos de teatralidad y performatividad que conlleva. No interesaría aquí la ‘lectura’ o el estudio de un objeto en sí, sino de su comportamiento en el contexto de relaciones sociales en que es significado [Prieto 2002]. En relación a esto, uno de los aportes fundamentales de los estudios de la performance y la performatividad, es que permiten el abordaje de fenómenos socio-culturales derivados de la globalización, y de lo que algunos consideran como postmodernidad, en tanto abren la posibilidad de indagar en torno a lo intersticial, lo híbrido, lo fronterizo y lo fragmentario, dando pie a la revaloración de lo marginal, lo lúdico, el ámbito de lo ritual en la vida cotidiana, desde una perspectiva procesual y tomando distancia del esencialismo, el universalismo y la posición de autor, propias del universo moderno. Desde esta perspectiva es que podemos pensar en un sujeto descentrado que hace y se hace en una trama transcultural, de negociación permanente de sentidos, desde un diálogo al infinito a la manera de lo planteado por M.Bajtin. Quizás sea esta una epistemología de la acción, plantea Prieto, que involucra al cuerpo de otra manera, desde su sensualidad, sus deseos, sus limitaciones, buscando de-construir el modo en que se construyen la actuación y la representación del poder, la colonización del cuerpo, y los actos de resistencia cotidiana [Prieto 2002]Las teorías del performance se dirigen a analizar la palabra en acción, razón por la cual implican tanto a algunos estudios del comportamiento provenientes de la antropología, los actos del habla, provenientes de la lingüística y la construcción social de la realidad, provenientes de la sociología. Hablar de palabra en acción implica aludir al modo en que el discurso configura los cuerpos, los espacios y las relaciones. Precisamente estos son los tópicos desde donde se construye una escena, en un juego entre las categorías de espacio-tiempo, objetos, cuerpos y otros. La noción de teatralidadEn torno a la noción de teatralidad, existen como sucede ante cualquier categoría de estas características, diversas posiciones y propuestas teóricas que se ponen en juego en la misma práctica teatral. Según Patrice Pavis, hay quienes sostienen que la teatralidad es aquello que, en la representación o en el texto dramático, es específicamente teatral (o escénico)… es el teatro menos el texto, una espesura de signos y sensaciones que se edifica sobre el escenario a partir del argumento escrito… [Pavis: 1998]. Sin embargo, hay para quienes la teatralidad constituye en primer lugar un rasgo que se encuentra del lado de la escritura y que luego, eventualmente se pone en juego en la escena teatral .La cuestión para algunos, plantea Pavis se plantea respecto de si la teatralidad se opone a la literatura, al teatro de texto, a los medios escritos, a los diálogos e incluso a veces a la narratividad y a la “dramaticidad” de una fábula construida lógicamente. Grotowsky, creador de la poética del teatro pobre, plantea que el teatro o la teatralidad no se encuentra ni en el texto, ni en ninguno de los recursos que se ponen en juego en los espectáculos teatrales que hoy conocemos, sino más bien en el la técnica escénica y personal del actor. Para Grotowsky, el teatro puede prescindir de maquillaje, vestuario, escenografía, iluminación, efectos de sonido, y hasta del escenario (concebido este como un espacio separado para la representación). De lo que no puede prescindir es de la relación actor-espectador. Refuerza esta idea de la siguiente manera: “¿Puede existir el teatro sin trajes y decorados? Sí.¿Puede existir sin música que acompañe al argumento? Sí.¿Puede existir sin iluminación? Por supuesto.¿Y sin texto?. También, la historia del teatro lo confirma. En la evolución del arte teatral, el texto fue uno de los últimos elementos que se añadieron” [ Grotowsky: 1987]Un texto para Grotowsky, se vuelve teatral por la utilización que de él hacen los actores a través del uso de su cuerpo y podríamos agregar, a través de su subjetividad plasmada tanto en la musicalidad del lenguaje que se pone en juego en su voz como en la plasticidad de sus gestos. Antonin Artaud, por su parte señala que el teatro se constituye más allá de las palabras, en el espacio de una acción disociadora y vibratoria sobre la sensibilidad, donde intervienen, además del lenguaje auditivo de los sonidos, el lenguaje visual de los objetos, los movimientos los gestos, las actitudes. Se trata de un lenguaje en el espacio configurado por sonidos, luces, gritos, onomatopeyas, que se organiza con el auxilio de objetos y personajes [Artaud:1935]. No es nuestra intención profundizar en estos autores, sino más bien presentar la complejidad que reviste la noción de teatralidad, cuestión que a continuación realizaremos en relación a la categoría de performance. ¿Qué es una performance?Performance constituye una palabra de origen anglosajón que en principio podría traducirse como acción, ejecución. En los países anglosajones se utiliza entre otros sentidos para designar algunas prácticas espectaculares. En el campo de las artes, la noción de performance proviene de las artes visuales en particular de los movimientos desarrollados en los años ´60. Para Pavis, el performance art asocia sin ideas preconcebidas, las artes visuales, el teatro, la danza, la música, el vídeo, la poesía y el cine, poniendo el acento en lo efímero e inacabado. En el campo de las Humanidades y la Ciencias Sociales, como planteamos en un principio, se viene desarrollando una línea de investigación conocida como Estudios de la Performance, que si bien retoman esta noción la complejizan y la ponen en juego en el análisis de una diversidad de hechos sociales. A continuación retomaremos esta noción tal y como ha sido propuesta en este campo. Richard Schechner , principal referente de la Antropología de la Performance, plantea que existen una diversidad de hechos culturales que pueden ser estudiados como performance, entre los que se cuentan: “… los géneros estéticos del teatro, la danza y la música, pero no se limita a ellos; comprende también ritos ceremoniales humanos y animales, seculares y sagrados; representación y juegos; performances de la vida cotidiana; papeles de la vida familiar, social y profesional; acción política, demostraciones, campañas electorales y modos de gobierno; deportes y otros entretenimientos populares; psicoterapias dialógicas y orientadas hacia el cuerpo, junto con otras formas de curación (como el shamanismo); los medios de comunicación” [Shechner Richard, 2000 : 12].Y luego agrega que algo “es” una performance cuando en una cultura particular, la convención, la costumbre y la tradición así lo afirman. En la cultura occidental, desde los griegos en adelante, la representación de un texto dramático es considerada una performance. Pero la idea de lo que “es” una performance va mucho más allá, y desde el Renacimiento ha atravesado las fronteras de las artes performativas. La afirmación más radical de lo que “es” performance –o de lo que podría ser- reside en la noción de “performativo”, en el sentido de lo planteado por Austin que alude a que el lenguaje “hace” algo: promesas, contratos, matrimonios, bautismos de barcos, etc. Posteriormente, autores como Judith Butler analizaron este carácter performativo en muchas esferas de la vida personal y social, incluyendo actividades tan diversas como la escritura y el género [Schechner: 2000:13].Extendiendo entonces la noción de performance más allá de las artes performáticas, Schechner procura analizar, las vinculaciones que existen entre ritual, teatro y vida cotidiana. Al respecto, señala que, cualquier ritual, y cualquier acción que sucede en la vida cotidiana, puede sacarse de su contexto original y representarse como teatro, hecho que es posible debido a que “el contexto y la función, no la estructura fundamental o el proceso, es lo que distingue ritual, entretenimiento y vida cotidiana” [Schechner R.,: 54-55]. Las diferencias entre estas tres formas de vinculación en la vida social surge de un acuerdo (conciente o implícito) entre actores y espectadores. Cuestión que aclara de la siguiente manera: “…las diferencias entre ritual, teatro y vida ordinaria dependen del grado en que espectadores y actores atiendan a la eficacia, el placer o la rutina; y del modo en que el significado simbólico y el efecto se fusionen y se separen de los acontecimientos representados. En todo entretenimiento hay alguna eficacia y en todo ritual algo de teatro”. [Schechner, 2000: 54, 55]Para Richard Schechner la performance estaría vinculada a estos tres órdenes de la vida social, e implicaría tanto efectos de performatividad, como efectos de entretenimiento. En ese sentido es que la define como un “continuum binario de eficacia;ritual – entretenimiento; teatro” [Schechner R.: 2000]. Este continuum abarca diversas esferas o ámbitos de las actividades humanas que se superponen, y que el autor describe de la siguiente manera: “… juego-ritual-deportes- artes de la performance - performances de la vida cotidiana – peformatividad – prácticas jurídicas / médicas - entretenimientos populares- medios de comunicación…” [Schechner: 2000]. Algunas implicancias políticas de las performances Hay quienes, siguiendo a Schechner, hacen hincapié en las implicancias políticas y culturales de ciertas performances. Tal es el caso de un grupo de investigadores que, a instancias del IX Congreso de Antropología del Estado Español, consideraron que la performance constituye: “un modo de comunicación intenso y estéticamente caracterizado, puesto en escena para una audiencia con el fin de construir una determinada interpretación de la realidad [a través de los cuales] los individuos y los grupos juegan con las herramientas expresivas de la cultura construyendo marcos de alta densidad connotativa, promoviendo formas de pensar, sentir y vivir la realidad –pensarse a sí mismos, pensar a los otros- de acuerdo a parámetros establecidos políticamente” . Es por ello, que los estudios de la performance, posibilitan analizar cómo los individuos y grupos de poder utilizan la cultura expresiva para negociar el sentido, apropiándose del capital cultural y desarrollando “estrategias –no de imposición- sino de seducción, haciendo de la interpretación de la realidad interesada el fruto de un simulacro de consenso valorativo” . Es esto lo que vuelve a los estudios de la performance un campo propicio para indagar en torno a algunos aspectos involucrados en los modos en que los sujetos configuran relaciones de poder y también para quienes llevar esto al campo de las prácticas artísticas y/o sociales. Hasta aquí la intención con presentar estos fragmentos es aportar elementos para pensar la teatralidad y la performance. La tarea para quienes se encuentran interesados en poner en acción este concepto es comenzar por un análisis respecto de los modos en que las performances cotidianas van contribuyendo a la configuración de las subjetividades e impactando en los vínculos que los sujetos establecen con el mundo de los objetrs y de los otros. BIBLIOGRAFÍA • Artaud Antonin. “El teatro y su doble”. Edit. Fahrenheit. (1ra. Edic. 1935). • Bobes Navez María Carmen. 1997. Semiología de la Obra Dramática. Arco/Libros. Madrid• Cotaimich Valeria. 2004. “Hacer teatro independiente en Córdoba. Las prácticas políticas y las formas poéticas en la configuración performativa de la subjetividad”. Publicación en CD. VII Congreso Argentino de Antropología Social. Oficio antropológico y compromiso social en la Crisis. • Genette G. La obra del arte. Edit Lumen Barcelona 1997.• Grotowsky Jerzy y Odin Teatrets Förlang. 1987. Hacia un teatro pobre. Siglo XXI editores. España. • Pavis Patrice. – 1998. Diccionario del teatro. Dramaturgia,estética,semiología. Edti. Paidós. • Prieto S. Antonio. 2002 “En torno a los estudios del performance, la teatralidad y mas (notas para una conferencia)”.Ensayo publicado para el curso "Globalización, Migración, Espacios Públicos y Performance”. CRIM. • Schechner Richard. 2000. Performance. Teoría y Prácticas interculturales.. Bs. As. UBA. Libros del Rojas.• Ubersfeld Anne. 1998. Semiótica Teatral. Edit Cátedra. Universidad de Murcia- España.
Publicado por Mujeres de La Sonámbula
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