martes, 18 de agosto de 2009

Territorio de pasajes por las vías de lo invisible…El cuerpo en escena desde la poética del Butoh.

Entrevistas realizadas por Valeria Cotaimich (Lic. en Psicología. Docente-investigadora en Artes y Ciencias Sociales de la U.N.C. Becaria Agencia Córdoba-Ciencia).


Cuerpo, escena, texto, lugares de visibilidad e invisibilidad, sexualidad… son algunos de los tópicos acerca de los que reflexionan Marcelo Comandú y Rhea Volij, quienes se vie-nen desarrollando en el campo de las artes escénicas, transitando, entre otros caminos, por la práctica del Butoh , una de las formas que ha configurado el mapa de las poéticas teatra-les locales de los últimos años. Hemos incluido dos entrevistas que aluden a la estética del Butoh, con la intención de compartir algunas reflexiones respecto de lo que implica la categoría de cuerpo, desde una forma poética que, como ha señalado Patrice Pavis, evoca algunas de las propuestas de pensadores como Barthes, Foucault, o Blanchot, quizás por haberse configurado como un lenguaje radical que juega en el orden de la anomia y el despojo . Siguiendo a Pavis, podemos afirmar que existirían diferentes formas de concebir al Butoh, que se desarrollan a modo de re-apropiaciones y re-significaciones de la propuesta japonesa inicial, de acuerdo al contexto histórico-cultural en que tengan lugar, tal es el caso de algunas formas estilizadas europeas que, según este autor, perdieron la radicalidad críti-ca de sus inicios entrando en un camino de occidentalización y relativización postmoderna, en el que lo dionisíaco cedió paso a lo apolíneo [Pavis 1998:216,217] En este marco de re-apropiaciones se encuentra la mirada de quienes, desde un contexto muy diferente al del Japón de la postguerra, o al de la Europa de fin de siglo, reto-man la poética del Butoh para proponer una forma de pensar y hacer el cuerpo en escena… El cuerpo como materia invisible MARCELO COMANDÚ. Actor, Bailarín, Director y Docente de la Escuela de Teatro de la U.N.C¿Desde tu experiencia, qué podrías decir acerca del cuerpo? Hablar de cuerpo es referirse a algo mucho mas amplio que aquello aparente, aquello visible y palpable. Implica adentrarse también en sus aspectos invisibles o sólo perceptibles Esa invisibilidad también es una materia, mas sutil tal vez, que se percibe desde otros lugares. Por eso, al investigar sobre el cuerpo, nos encontramos con el tema de la percepción de todos esos aspectos que lo conforman, sus puntos de contacto y sus líneas de fuga. El cuerpo es espacio habitado por todas esas líneas y fuerzas que coexisten.¿Cuáles son esos “otros lugares” de percepción?…los del silencio, la detención...la escucha… Se trata de crear el espacio para poder entrar en ese lugar que no es el de lo habitual, y de ir al encuentro de algo que posiblemente toda-vía no ha sido identificado.Dentro de las tantas técnicas corporales que existen, desde mi experiencia con el Sistema Conciente de Fedora Aberastury, te podría decir que se trata de estos lugares desde donde se intenta “deshacer el gesto”, gesto como aquello repetido, au-tomatizado. Desde este sistema, la atención no está puesta en el movimiento muscular, sino en la fuerza que lo mueve, el lugar desde dónde se origina esa fuerza y el modo en que de-viene en el cuerpo. Por otra parte, el Butoh habla de vaciar, acallar, intentar la pura presen-cia para comenzar a escuchar el devenir. El tema de la percepción y el cambio perceptual es recurrente en el arte. Hablamos de cambio perceptual en el sentido de que tanto actor como espectador, están siendo parte de una realidad nueva que se está creando, que está aconteciendo.Dijiste que no es “la respuesta primera”, la “respuesta fácil”. ¿Qué respuesta es?… tal vez no sea una respuesta lo que se está buscando, sino un lugar para detenerse a escuchar, y ahí comienza a aflorar el cuerpo en toda su dimensión.Has trabajado con puestas ligadas al campo de lo teatral, en las que un texto dramáti-co se pone en juego a través de la voz de los actores, y con puestas donde la voz y las palabras no se hacen presente en la escena, quizás más ligadas a la danza ¿en base a tu experiencia, qué podés decir acerca de lo que sucede con el cuerpo en es-cena en relación a la palabra?Creo que la palabra también puede ser cuerpo, así como el pensamiento. Si concebimos al cuerpo como un ser atravesado por distintas fuerzas, o fluidos: emoción, pensamiento, libi-do, etc, también podemos referirnos a la palabra como otro fluido. En ese sentido hay todo un trabajo dirigido a corporizar la palabra, que implica detenerse a observar desde donde está surgiendo esa voz, es decir desde qué lugar del cuerpo esa palabra está siendo origen como sonido, como vibración... también como pensamiento o sensación. Se podría pensar en la palabra (si la hubiera) como una línea de fuerza más en el interior del cuerpo de la escena. Hablar de cuerpo nos remite, entre otras cosas, a pensar en la sexualidad. Por otra parte, hay quienes han señalado que hay algo del orden de lo sexual puesto en juego de manera intencional en la práctica escénica del Butoh ¿qué podés decir al respec-to? La sexualidad está presente en el ser humano, en su vida, en sus actos cotidianos. Somos sexualidad. Wilhelm Reich, creador de la orgonómica, habla acerca de la necesidad del desencadenamiento de la potencia orgástica o sexual, apresada en el cuerpo por el control social y cultural. Restaurar el hombre-animal que somos… Por supuesto que en la danza está presente la sexualidad, y en el Butoh específicamente, como una potencia del cuerpo, que se puede hacer visible aún cuando no se trabaje sobre ella. Pero cuando hablamos de sexualidad deberíamos intentar despojarnos de todo aquello preconcebido o dicho sobre ella, lo que la limita, definiciones en cuestión de género o la vi-vencia personal del sexo. Entonces prefiero hablar de potencia sexual o vital antes que de sexualidad. Energía impersonal en transformación, antes que la representación o exposición de cierta forma de experimentar el sexo. Sin embargo hay quienes han señalado que en el Butoh se pone en juego algo del orden de los géneros… ¿vos qué pensás al respecto?El Butoh se desarrolla en ese terreno que posee todo ser humano, en donde se juegan tanto la energía femenina como la masculina, mas allá de ser mujer u hombre. Es en este vacío que el Butoh intenta, a menudo, trabajar con la no-identificación o no-representación del ser hombre o mujer, o podríamos llamarlo como una pérdida de identificación. En ocasiones el bailarín puede tocar fibras masculinas y otras veces femeninas, e incluso corporizar el lugar de tensión entre ambas. Es común que el bailarín Butoh encarne lugares que podríamos pensar universales, más allá de ser un hombre o una mujer y todo lo que social o cultural-mente ello signifique, en cuanto a género se refiere.La filosofía ha tratado el tema del erotismo ligado a la muerte. También esta línea de tensión crea una espacialidad en la cual el Butoh puede danzar. Hablas de “no-identificación” y “no-representación”, y decís que el bailarín encarna lugares universales¿Qué más podés decir de esto?El cuerpo del Butoh no imita, no representa, sino que encarna, es decir: se transforma en eso que está siendo, aquí y ahora. El cuerpo vacío se deja habitar por otro. Ser otro. Con palabras de Artaud: “yo es otro”. Aquí se plantea la idea de un Yo mutable. Un cuerpo que es otro... y otro... y otro en función de las energías que lo atraviesan y lo transforman o de-forman. Es posiblemente allí, cuando el espectador se siente movido, transformado junto al bailarín o al actor, cuando es testigo de un cuerpo que está viviendo esa transformación, junto al devenir de la sensación en el cuerpo. Entonces arribamos al lugar de lo transperso-nal o lo universal. Muchas veces esa sensación alcanza al cuerpo del espectador, entonces no hay separación entre espectador y obra. El espectador está siendo también la obra, aun-que luego las interpretaciones puedan ser muchas, y allí entramos en el terreno de lo perso-nal. Pero cuando el contacto se produce no hay interpretación sino sensación vívida de lo que está aconteciendo, con todo lo conocido y desconocido que eso acarrea.¿Pensás al Butoh más vinculado a la danza que al teatro?Lo pienso en el campo de las artes escénicas y, en especial, vinculado, al “cuerpo escénico”Tanto actores como bailarines se vuelcan al estudio del Butoh y luego se dedican a bailar Butoh, o hacen sus propias relaciones con el teatro o con la danza.En lo personal, actualmente estoy desarrollando una investigación sobre la dramaturgia cor-poral desde una concepción energetista de cuerpo y escena, en la cual el Butoh está pre-sente, pero también el Sistema Conciente de Fedora Aberastury y mi experiencia con el Taanteatro y el teatro en general.Pensando desde el campo de lo teatral, ¿qué podés decir respecto del texto dramático y su relación con el cuerpo en escena?El cuerpo es transitoriedad, transición. Cuando el texto se encuentra en el cuerpo se torna efímero. El texto se corporiza, pierde su antigua fijación en el papel y se pone en juego junto a otros componentes de la escena; es espacialidad en transformación. Ahí el texto dramáti-co cobra la dimensión del teatro, es teatro. Al momento de la puesta en escena de un texto dramático, podemos comenzar a hablar de su performatividad, y de cómo, el cuerpo del ac-tor y de la escena dan vida al texto. Refiriéndonos específicamente al cuerpo del actor o bailarín, cuando logra crear la presencia en escena, toma contacto con sus movimientos y espacios internos, la espacialidad que lo rodea (incluidos los otros cuerpos u objetos) sus pensamientos y sensaciones ..pone en tensión .todo ese entramado, y desde allí se trans-forma, entonces hay obra, hay teatro o danza... y volvemos a hablar de invisibilidad...en ese momento el cuerpo de la escena está siendo transitado por una fuerza que circula los espa-cios, que conecta toda esa corporalidad, esa organicidad mutable.El cuerpo como territorio de pasajes.RHEA VOLIJ. Bailarina, formadora de bailarines de Danza Butoh. Directora de la com-pañía “Trampa al Ojo”- ¿Qué es el cuerpo desde la danza butoh?En el butoh el cuerpo es un territorio de pasajes, un ámbito abierto a los devenires y a hacerlos intensos, pura presencia de ese devenir que nos acontece.Por ello el bailarín de butoh debe crear un nuevo cuerpo y, sobre todo deshacerse del "vie-jo". Aquél construido por gestos, por pautas culturales…Somos prisioneros de nuestro aprendizaje, de nuestra civilización, y para danzar debemos intentar primero dejar caer esa construcción, ya desapercibida pero firmemente arraigada, aquella que nos sostiene en la vida cotidiana. El cuerpo del butoh es extra-cotidiano o mejor, un cuerpo sin órganos (Ar-taud), sin organización. Si tenemos que definirlo-cercarlo diríamos que es un gran resonador de sensaciones y memorias (animales, vegetales, cósmicas...) donde el yo tiene un pequeño lugar, pero el nosotros que nos puebla se hace inmenso (yo-árbol;yo-pueblo;yo-infancia).- ¿Qué repercusiones considerás que tiene la danza butoh en el cuerpo del bailarín? Particularmente en un bailarín de formación tradicional, el butoh es revulsivo, pues lo desen-caja de su formación atlético-muscular para ejercitar el atletismo del alma (parafraseando a Artaud). Y desde un lugar eminentemente CORPORAL. Para un bailarín occidental, la pro-puesta revolucionaria del butoh es que su cuerpo es materia sensible, productor, en sí mis-mo, de emoción. No es un instrumento para re-presentar. Vivir la tremenda potencia de to-das las moléculas atravesadas por una sensación, otorga al bailarín una visión de su danza más puesta en lo intenso que en lo extenso.- ¿Qué sucede en la escena del Butoh, con el cuerpo del bailarín y del espectador?"Lo que se ve" es un paisaje que se inscribe en el cuerpo de quien baila, a medida que dan-za. La relación con el espacio difiere profundamente de la danza occidental, que se desplie-ga extendiéndose en el escenario, de donde va surgiendo un relato. En la danza butoh el escenario es el propio cuerpo, donde todo acontece, y el escenario es una prolongación cósmica del bailarín; ambos se influencian. Esta cualidad conmueve profundamente al es-pectador, que no encuentra explicación para ese cambio, es su modo de "mirar". El espec-tador es implicado en lo más hondo de sí mismo. Ve bailar el inconsciente desde su incons-ciente. Las emociones puras mostradas desde una imagen que habla por sí misma, que no metaforiza, sino que en la propia potencia abre: una mujer -flor marchitándose, abriéndose. El espectador del butoh suele horrorizarse y maravillarse por las transformaciones que su-ceden delante de él y que lo confrontan con sus transformaciones internas, de exhibir lo horrible y bello que nos habita. Hay algo indecible, que hace saber al espectador que él no está lejos de ese cuerpo. - ¿Qué otra cosa podrías decir respecto del modo en que se pone en juego el cuerpo del espectador en una puesta de Butoh? En las puestas no vemos cuerpos "que se mueven bien y a los que admiramos", sino fuer-zas encarnadas, potencias que danzan y despiertan capas muy profundas del espectador. Esto, creo, tiene que ver con la falta de anécdota en el transcurrir de la danza. Corre por otras vías y como dice T. Kasai, ver un espectáculo de butoh es como atravesar un sueño del cual uno despierta y no sabe explicarlo, por que? se cuerpo prismático lo ha conmovido.- Hay quienes han señalado que en el Butoh se juega algo explícito del orden de la sexualidad, tanto en el entrenamiento como en la puesta en escena ¿vos que podés decir al respecto?La sexualidad tiene una doble apertura. Por un lado el pasaje permanente de lo masculino a lo femenino y por el otro la androginia, el ascetismo, su opuesto. Donde más veo un encuen-tro con la sexualidad, en los entrenamientos, es en los devenires animales. Sexo puro. En un espectáculo esto es dirigido, y el ser habitado, la sensación desplegada, hace que la sensualidad aparezca inmediatamente. La sexualidad es una de nuestras mayores poten-cias, incluso ascéticamente, y es natural que fluya en la corriente de los devenires. La fuerza sensual- vegetal, masculina-femenina; las fuerzas animales, sexuales; la androginia, des-pliegue de la memoria cósmica, de nuestra pertenencia a ella. - Pensando desde el campo de lo teatral y tu experiencia con actores ¿qué podrías decir respecto de la relación entre el texto dramático y el cuerpo en escena?Lo que puede aportar el butoh al texto escrito es el hacerlo cuerpo. El origen japonés nos habla de la no división entre teatro y danza. La palabra se hace carne y más que el signifi-cante, el significado y la subjetivación, encontramos las fuerzas que oculta la palabra, sus voces, sus susurros y vociferaciones. Su canto. Su mapa.
Publicado por Mujeres de La Sonámbula
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